La definición de una carrera y estilo de vida satisfactorio ha cambiado mucho en los últimos años; las generaciones jóvenes no quieren sacrificar experiencias únicas por falta de tiempo o tener que concentrarse sólo en trabajar, sino que buscan mezclarlas en su vida diaria. Ahí es donde entran tendencias que transforman la manera en que trabajamos y vivimos, como los nómadas digitales.
Como viene ocurriendo en los últimos años, las posibilidades que abre la tecnología dan paso a una nueva concepción del trabajo: las comunidades de los llamados nómadas digitales. Son básicamente profesionales de la generación Millenial que deciden prescindir de los lazos espacio-temporales marcados por las formas de relación laboral tradicionales y trabajar a la vez que viajan. Iniciativas como Selina.com organizan espacios físicos en destinos de interés turístico para que estos jóvenes nómadas digitales dispongan de conexión y lugares adecuados para desarrollar su actividad.
Obviamente esta opción no es para todo el mundo, ni por supuesto para todos los puestos de trabajo. Aquellas actividades que requieren de atención cercana al cliente o de presencia física (manufactura o determinados servicios) no son susceptibles de nomadismos en general. Sin embargo, sí es interesante analizar lo que esta forma de trabajo representa.
Hay muchos trabajos que, al no requerir presencia física, pueden realmente desempeñarse desde cualquier sitio. E incluso podemos pensar en muchos que requieren inspiración y renovación (como el diseño o las tareas más creativas), para lo cual salir de la rutina diaria puede ser un estímulo importante para la eficacia personal. Y debemos esperar que este tipo de trabajos van a incrementarse en el futuro, puesto que la robotización absorbe las tareas más rutinarias, físicas y que requieren presencia en un puesto de trabajo.
“Salir de las paredes de la oficina y conocer el mundo mientras eres productivo es hoy una de las metas más importantes para las personas. Por eso, el futuro del trabajo se encamina a ello: de acuerdo con una estimación del emprendedor Pieter Levels, para 2035 podría haber más de mil millones de nómadas digitales”, aseguró Cesar Guzmán, Gerente de Selina en Nosara, dónde se cuenta con un cowoking para los viajeros que deseen trabajar desde una de las playas más hermosas y aisladas de Costa Rica.
Para ser uno de ellos, Cesar Guzmán define las cinco cosas que debes saber una vez que te has decidido a dar el paso a la aventura de trabajar viajando por nuevos rincones.
Puede que sea su sueño dorado, pero si sus responsabilidades o etapa de su carrera no se lo permiten, lo mejor es tener paciencia e ir buscando los medios para lograr esa meta. Esto tampoco quiere decir que sea un privilegio de pocos; este estilo de vida puede ser para todo tipo de profesionales que tengan la disponibilidad de realizar su trabajo desde cualquier lugar mientras estén conectados y dispuestos a ser ordenados con su tiempo.
Además de orientar su brújula a espacios inspiradores con vistas magníficas, también tienes que estar consciente de que no puedes perderse en la selva sin conexión a Internet, pues se quedarás sin recursos para cumplir con sus obligaciones. Por eso, lugares como Selina, tienen coworking que mezclan el relax con el trabajo.
Un estilo de vida nómada no es para todos, eso incluye profesionales y viajeros. Regularmente, las vacaciones son una versión condensada de descubrir un lugar diferente. Cuando viajar es el centro de su estilo de vida, necesitas entender qué es el slow travel: adentrarte de lleno en las comunidades, no sólo en las zonas turísticas; tomar su tiempo para observar los detalles; y, en general, saborear de manera diferente la experiencia.
Aunque hablar de un esquema tan flexible podría sonar como una invitación al caos, la verdad es que un requisito indispensable es ser realmente organizado, además de estar convencido de que haces algo que no sólo se da dinero, sino que apasione. Si no estás realmente conectado con su trabajo, será muy sencillo distraerse.
Ser un nómada digital implica que puede saber cuándo es vital estar pegado a la pantalla de la computadora o celular, así como cuándo se necesita ponerle pausa al papel de trabajador. Al estar lejos de la rutina, se corre el riesgo de hacer que el trabajo consuma todo el tiempo y mente. Dedicarse a conocer más personas, sitios e ideas.
Como en tantos fenómenos socioeconómicos generados por la tecnología, aún está por ver la extensión de este nomadismo digital y si pasará de ser otra moda efímera. Cada vez son más los jóvenes que deciden romper con el sistema durante una temporada y viajar sin ataduras, con trabajos precarios pero que les permiten tener experiencias diferentes y aprender de otras culturas, lo cual puede ser también una valiosa fuente de talento para las organizaciones. Esperemos que los departamentos de selección se adapten también a esta nueva visión del mundo y sepan ver en el CV de los nativos digitales un valor más que pueden aportar las nuevas generaciones
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