Desde utilizar madera reforestada y generar la menor cantidad de residuos, hasta colocar paneles solares para abastecer de energía toda la fábrica, el sector mueblero ha cambiado la forma de producir en busca de generar el mínimo impacto al medio ambiente.
Euro Confort, ubicada en Palmares, dio un paso al frente al aspirar a ser carbono neutral, para lo cual ha mejorado sus procesos de confección de muebles, pero además ha instalado paneles solares que suministrarán toda la energía a la fábrica.
“Un proceso que inició con Procomer en el año 2016, mediante una promoción de ellos logramos un fondo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que fue un convenio donde ellos se hicieron cargo de los gastos para lograr nosotros la carbono neutralidad. Ha sido un proceso largo, pero a su vez bonito porque vamos viendo la importancia de ayudar al medio ambiente”, explicó Paúl Pizarro, Gerente de ventas de Euro Confort.
Muchas de las mueblerías que comercializan sus productos en Gollo utilizan madera reforestada, sembrada exclusivamente para la producción de muebles.
Es el caso de las maderas que utilizan Quales Costa Rica, también de Palmares, y Mueblería Herrera, de Tacacorí de Alajuela.
“Nosotros tratamos de ser lo más amigables con el ambiente, desde un montón de pequeños esfuerzos. La madera que utilizamos en la estructura interior de los muebles es Melina, que es 100% reforestada. También la teca que usamos en detalles exteriores es reforestada”, explicó Evelyn Vargas, gerente de Quales.
Por su parte, Mueblería Herrera, al igual que otras empresas, traen la madera de Chile, producto reforestado y de mucha calidad.
“Son materiales importados de Chile, de un proyecto muy bueno que tienen allá de madera sostenible, donde tienen tanto terreno que van cortando y van sembrando, entonces no hacen daño al ambiente. Es una madera muy buena, no es dura, no es suave, seca el horno, no revienta, o sea es una madera de mucha calidad y nos permite ayudar al ambiente”, expresó Dónald Herrera, Gerente de la mueblería.
Además, estas mueblerías buscan reutilizar todos los materiales sobrantes. Con la madera hacen aserrín que es utilizada como abono, o entregan las piezas que sobran a otras empresas que las usan, por ejemplo, para cocinar papas que luego son comercializadas.
Lo mismo sucede con las telas y espumas, que se aprovechan especialmente para hacer cojines.
De la mano de Gollo, que desde hace años lidera programas para cuidar el medio ambiente, la mayoría de muebleros que comercializan sus productos en esta cadena de tiendas han implementado acciones que permiten que su trabajo no haga daño al planeta.
“Empezar a trabajar con los muebleros para concientizarlos a buscar alternativas que sean ecoamigables ha sido un reto, pero también nos hemos encontrado con una apertura de parte de ellos. Es bastante importante para nosotros tener proveedores que se preocupen por el medio ambiente, que es una de nuestras preocupaciones como organización”, concluyo Bernardo Fernández, Gerente Comercial de Gollo.
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