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El insomnio, ansiedad, notificaciones fuera de horario, sedentarismo, estrés laboral, entre otros. Estos son algunos de los principales desafíos que enfrentan hoy las empresas en el ámbito de la salud ocupacional, según señalan expertos.
Para ello, señalan los especialistas, el fortalecimiento de las políticas de seguridad y salud en el trabajo y las empresas juega un papel fundamental para promover un espacio laboral más seguro y saludable.
Según el estudio State of the Global Workplace: 2024 Report, realizado por Gallup, el 44% de los empleados en Latinoamérica presenta estrés diario. Esta es una cifra que supera en tres puntos el índice obtenido el año anterior.
En Costa Rica, los reportes de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) indican que los días laborales perdidos por incapacidades relacionadas con trastornos de ansiedad aumentaron de 180 mil a más de 455 mil. Esto entre 2019 y 2023.
Por esta razón, para Kathya Campos, gerente de Servicios Médicos Ocupacionales para Kimberly-Clark Latinoamérica, las políticas de salud emocional se han convertido en una necesidad para cuidar el entorno laboral, a los trabajadores y los objetivos del negocio.
Pero ¿Cómo abordar este tema en las empresas? Campos señaló tres etapas fundamentales del abordaje integral. Estas son:
En cuanto a los accidentes laborales, en Costa Rica, más de 138 mil personas sufrieron uno de ellos, o una enfermedad laboral, durante 2024. Esto equivale a un caso cada tres minutos, según datos del Instituto Nacional de Seguros (INS).
“La prevención de accidentes no puede verse como una tarea aislada o delegada en un área específica. Es una responsabilidad compartida, que necesita del liderazgo visible, el involucramiento directo en sitio y la participación activa de todos los colaboradores”, afirma Silena Oviedo, gerente de Salud y Seguridad de Holcim Costa Rica.
Precisamente, señaló la vocera, uno de los principales desafíos para las organizaciones sigue siendo alinear los objetivos de seguridad con la productividad.
En este sentido, muchas compañías del sector industrial están adoptando el principio de “seguridad por diseño”. Con ello, incorporando los estándares desde la fase de planificación de sus procesos, en lugar de añadirlos una vez que la operación ya está en marcha. A esto se suma una apuesta cada vez más fuerte por la capacitación continua, los mecanismos de retroalimentación abiertos y la gestión sistemática de los controles críticos en los puntos más vulnerables de la operación.
Adicionalmente, otro punto importante a tomar en cuenta por las empresas es impulsar la cultura preventiva.
Para Brenda Jiménez, directora de Safety de la Sociedad Portuaria de Caldera (SPC), la promoción de una cultura de prevención y el fortalecimiento continuo de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo y en las empresas, se puede impulsar mediante la implementación de programas de capacitación, concientización constante y bienestar integral, alineados con las mejores prácticas internacionales.
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