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Por: Francisco Herrera, experto en Nutrición de Dos Pinos.
Es importante destacar las características de los lácteos ya que son alimentos nutricionalmente valiosos que aportan cantidades importantes de proteína de alta calidad nutricional. Además de vitaminas, minerales, entre ellos vitamina A, D, ácido fólico, calcio, potasio, magnesio, entre otros.
Algunas de esas características nutricionales podrían tener un impacto positivo para ayudar en el control de peso. Diversos estudios recientes han demostrado que el consumo de lácteos puede ser beneficioso para la pérdida de peso. Esto cuando se incluye como parte de una dieta saludable y equilibrada, combinada con actividad física regular.
Algunos de los beneficios que brinda el consumo de lácteos para esta situación pueden ser:
Algunos consejos para consumir productos lácteos como parte de un estilo de vida saludable son:
Priorizar proteínas de alta calidad. Los lácteos por naturaleza son una excelente fuente de proteína de alto valor biológico, es decir, proteína que contiene todos los aminoácidos esenciales. Estos aminoácidos esenciales no los produce nuestro cuerpo, y por eso debemos seleccionar alimentos que los contengan, y precisamente los lácteos cumplen con esta característica. El consumo de alimentos fuente de proteína es importante para el crecimiento y mantenimiento de la masa muscular.
Realizar combinaciones de inteligentes. Combinar lácteos con otros alimentos nutritivos potencia sus beneficios. Algunas ideas incluyen batidos con frutas y vegetales, batidos de proteína y recetas con lácteos en omelettes, avena, ensaladas o guisos.
Además, no existe un único momento para consumir lácteos, su versatilidad permite incluirlos en cualquier tiempo de comida. Por ejemplo, cereal con leche al desayuno, batido frutas con yogurt a media mañana, una pasta con salsa blanca y vegetales al almuerzo. También, en el café con leche de la tarde y hasta en una crema de vegetales con queso en la cena.
En caso de que la personas sea físicamente activa, una buena alternativa sería antes o después del entrenamiento. Por ejemplo, antes del ejercicio una buena opción es consumir algún lácteo bajo en grasa (leche o yogurt descremado). Pero, después del ejercicio, la opción recomendada es consumir leche o yogurt altos en proteína. Esto ya que pueden ser ideales para proporcionar energía, por su fuente de proteína es crucial para la recuperación muscular. También para reducir la degradación músculo, para lograr un efecto anabólico sobre el metabolismo de las proteínas y para apoyar en el crecimiento muscular.
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