Por: MS.c Michael Muñoz Leiva
Coach de Transición Profesional y Liderazgo, Economista, Académico-Profesor
Existen diferentes temas de los cuales podría haber escrito en esta oportunidad, sin embargo, realice la escogencia basándome en un aspecto que en su momento me afectó de manera directa, algo con lo cual luché por muchos años, pensando que era un problema personal y que quizás yo era la única persona entre muchas que vivía esta situación.
Esta circunstancia ocasionó en mi irritabilidad, frustración, vergüenza e incluso tristeza, que solo se iba cuando estaba en casa con mi familia, pero volvía cada domingo al caer el ocaso de la tarde. Saber que el lugar de trabajo que me hizo feliz por mucho tiempo se había convertido en una pesadilla. Con el pasar de los días descubrí que no era el único que experimentaba esta situación en mi oficina y que esto era más normal de lo que yo podía imaginar y que desde el campo de la psicología era un fenómeno ampliamente estudiado, conocido como el “Síndrome del Quemado” o “Burnout”.
Lo anterior, es definido como: “un estado de agotamiento físico, emocional y mental que está vinculado con el ámbito laboral, el estrés causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado”, las personas que experimentan esta situación ven afectaciones emocionales que también se derivan en condiciones físicas importantes tales como: malestares estomacales, dolores de cabeza e incluso variaciones considerables en la presión arterial.
Es importante comprender esta situación y la labor tan importante que puede asumir un psicólogo laboral para identificar y ayudar a los trabajadores que se ubican en una situación como esta, por muchos años hemos asociado el psicólogo organizacional como aquel vinculado a procesos de reclutamiento y selección de personal, sin embargo, su labor dentro de la empresa va más allá de eso, o por lo menos así se debería considerar desde una óptica empresarial y psicológica.
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De acuerdo con estadísticas del sitio web statista.com, en un estudio realizado en Latinoamérica a trabajadores de diferentes sectores económicos, se indicó que el 94% de los argentinos entrevistados mencionaron haber sentido agotamiento laboral en el 2023, un 91% en Chile, 83% en Ecuador, 78% en Panamá y 77% en Perú respectivamente.
Derivado de lo anterior, el 52% de los trabajadores encuestados señaló también sentir un cansancio extremo, el 41% menciona tener un alto nivel de negativismo, el 23% comentó que su nivel de productividad disminuyó y un 48% manifiesta tener todos estos síntomas juntos.
Considero que más allá de estas cifras que pueden afectar los resultados económicos de las empresas, hay un problema de salud emocional importante, que puede derivar en situaciones de depresión o ansiedad, o bien problemas que ocasionen conductas a mediano y largo plazo inadecuadas y que ponen en peligro a la persona que lo vive y su núcleo más cercano.
La labor de los psicólogos organizacionales no solo es ayudar a contratar personal, incluso no debería enfocarse en gestionar encuestas de clima organizacional, las cuales pueden estar sesgadas, su labor preponderante debe estar en evitar que estas situaciones sucedan, contribuyendo con acciones preventivas y herramientas útiles para que tanto los empleadores como los colaboradores puedan identificar patrones que los lleven a un estado de Burnout y poder tomar acciones correctivas a tiempo, apoyando en conjunto a evitar estas situaciones de las cuales muchas personas en el mundo están siendo víctimas, convirtiéndose en una pandemia del mundo laboral.
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1 Comment
Muy buen artículo. Totalmente de acuerdo con la necesidad de acciones correctivas para mitigar esta problemática en el entorno laboral. Me gustaría conocer más sobre tácticas para su implementación en equipos de trabajo.