La falta de inversión en programas de salud laboral puede tener consecuencias financieras, operativas y de reputación significativas para las empresas.
Así lo consideran especialistas, quienes señalan que esto se da debido a que cuando los negocios no invierten en este tipo de programas para sus colaboradores, no se logra mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, impactando directamente en aspectos como un aumento en los riesgos para la salud de los empleados. Así como en un incremento en el estrés e insatisfacción laboral, bajo rendimiento y productividad, falta de compromiso y moral, y un mayor ausentismo y rotación de personal.
Karla Solís, especialista en Movimiento Humano y fundadora de EKA Gimnasio, explicó que, en la actualidad, es fundamental que las empresas reconozcan la importancia de proteger la salud y seguridad de sus empleados, implementando programas efectivos que promuevan un entorno de trabajo seguro y saludable en las empresas.
Para la especialista, precisamente, una de estas iniciativas es la implementación de programas deportivos para los colaboradores.
En este sentido, estudios del Colegio Americano de Medicina y Deporte (ASCM), han señalado que la segunda tendencia más importante del 2024 es la Promoción de lugares de trabajo más saludables (Worksite Health Promotion). Esto porque, al invertir US$1 en programas de salud, las empresas se ahorran US$5 en incapacidades y rotación de personal.
“La relación entre la actividad física de los colaboradores y su salud y productividad laboral es innegable. El salario emocional que da el ejercicio a los colaboradores ha sido muy rentable y positivo para las empresas. Este enfoque no solo mejora la salud y el bienestar de los colaboradores, sino que también impacta positivamente en la productividad y el flujo de caja de las empresas”, mencionó Solís.
Pero, ¿Cómo saber si la empresa debería implementar programas de ejercicio para sus colaboradores? Solís brindó varias recomendaciones.
La primera es evaluar los indicadores de incapacidades y rotación de personal. Una revisión exhaustiva de estos indicadores proporciona una imagen clara de las áreas que requieren atención y ayuda a establecer objetivos medibles para la implementación del programa de actividad física.
Como segundo paso, destacó la especialista, es trabajar en colaboración con el médico de empresa y fisioterapeutas. La información cuantitativa proporcionada por estos profesionales es invaluable para diseñar programas de ejercicio que aborden las necesidades específicas de salud y prevención de lesiones de los colaboradores.
La tercera recomendación es involucrar al departamento de Salud Ocupacional. Este departamento desempeña un papel fundamental en la promoción de la salud y seguridad en el lugar de trabajo. Su participación garantiza una implementación efectiva y sostenible del programa de actividad física.
Seguidamente, como cuarta recomendación, es integrar el departamento de Recursos Humanos en la toma de decisiones. La colaboración entre Salud Ocupacional y Recursos Humanos es esencial para garantizar que el programa de actividad física se alinee con los objetivos estratégicos de la empresa y se integre adecuadamente en las políticas y procedimientos existentes.
Finalmente, señaló Solís, se debe contar con profesionales del Movimiento Humano para garantizar programas efectivos y personalizados. Estos profesionales tienen la experiencia y el conocimiento necesario para diseñar programas de ejercicio adaptados a las necesidades individuales de los colaboradores, maximizando así los beneficios para la salud y la productividad.
La especialista en Movimiento Humano y fundadora de EKA Gimnasio Boutique, comentó que una de las tendencias actuales es el desarrollo de gimnasios empresariales y la automatización de diversos procesos para aumentar el impacto positivo de los programas de ejercicio a los que pueden tener acceso los colaboradores.
Es bajo esta tendencia, que en Costa Rica nació la plataforma EKA Corporativo para la administración de gimnasios de empresas.
La personalización es clave en los servicios ofrecidos por EKA Corporativo, que van desde plataformas digitales y aplicaciones hasta la contratación de instructores y la prescripción de programas de ejercicio, todo diseñado para adaptarse a las necesidades específicas de cada empresa y colaborador, afirmó Solís.
“Los beneficios de EKA Corporativo van más allá de la reducción de incapacidades. Se ha observado un aumento en el salario emocional de los colaboradores, una disminución en lesiones laborales, y una mayor participación en actividades físicas y eventos de mejora de la aptitud física. Además, la presencia de un gimnasio dentro de las instalaciones corporativas genera un ambiente de trabajo más positivo y colaborativo, lo que se traduce en una mayor retención de talento y productividad”, dijo Solís.
Añadió que, una vez implementado, el funcionamiento de EKA Corporativo es intuitivo para los usuarios. A través de una app personalizada, los colaboradores tienen acceso a su expediente deportivo, programas de ejercicio personalizados, reserva de citas y una amplia variedad de entrenamientos virtuales.
“Hemos tenido casos de éxito con la reducción de un 50% de incapacidades al año. Tenemos también el caso de una empresa que en el 2023 ganó un premio internacional por la baja significativa en las incapacidades. Todo esto es un trabajo de constantes capacitaciones a los instructores, constante control de los programas deportivos asignados a los usuarios, informes de todas las actividades, clases y eventos que se realicen. También encuestas de desempeño que brindamos. Estos resultados, además, se pueden maximizar si los programas deportivos y administración de gimnasios corporativos se trabaja en conjunto con el medico de empresa, fisioterapia y el área de Salud Ocupacional de la empresa”, finalizó Karla Solís, especialista en Movimiento Humano y fundadora de EKA Gimnasio.
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