Esta es la relación entre el dinero y las emociones

Las buenas y malas decisiones financieras de las personas, están directamente vinculadas a sus emociones y pensamientos. Así lo explican los especialistas, por lo que parte de la realidad financiera de las personas está ligada a cómo nos sentimos.

De acuerdo con Sujeyny Gamboa, jefa Relaciones Corporativas de Coopecaja, las personas deben lograr un adecuado balance entre razón y emoción, valoración del riesgo y creatividad financiera, si buscan generar mayores fuentes de ingreso. Además de aumentar el capital adquirido.

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Pero, ¿Cómo hacerlo? Gambo explicó algunos elementos:

• Reconozca sus emociones y si la decisión que va a tomar proviene de un impulso o un proceso crítico y reflexivo de la situación. Tomarse las cosas con calma puede marcar la diferencia.
• Establezca metas financieras claras, mediante objetivos específicos, medibles, alcanzable, relevante, tiempo específico. Además, califique esos objetivos y proyectos con relación a su nivel de relevancia: ¿me acercan a la vida que quiero? ¿Por qué decido hacer esto?
• Las decisiones financieras deben vincularse con datos objetivos. Es decir, hacer cálculos, preparar un presupuesto, medir el riesgo o el margen de error.
• Comprender conceptos financieros clave e incorporarlos en la toma de decisiones puede marcar la diferencia. Por ejemplo, entender qué es el interés compuesto puede incrementar el crecimiento de un ahorro, o gestionar adecuadamente el uso de una tarjeta de crédito.

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