En un emotivo retorno a sus raíces, la familia Jirón Garro celebró el reinició de operaciones en su antiguo edificio colchonero. En él, recordó la familia, durante cuatro generaciones se han fabricado colchones.
Este edificio ahora se convierte en la nueva sede de sus emprendimientos familiares, La Repa de Sueños y Colchones Dorma. Estas marcas, ahora, pasan de un espacio de trabajo de 1.000 m2 a un espacio de más de 6.000 m2.
La inversión para arreglar la bodega, que pasó 3 años, aproximadamente, en abandono tras convertirse en propiedad de una empresa extranjera, fue de US$1.800.000. Además, requirió más de 4 meses de trabajo para subsanar los daños que sufrió el edificio durante su tiempo vacío.
Hace cuatro años y medio, la familia Jirón Garro se vio obligada a iniciar desde cero tras perderlo todo. Según lo recuerdan, esto tras un trago amargo en el que el fallecimiento de su padre obligó a Álvaro Jirón García a dejar el sitio donde trabajó por más de 30 años.
Sin embargo, lejos de rendirse, él, su esposa e hijos, fundaron La Repa de Sueños en el 2018. Este es un centro industrializado de reparación y modificación de colchones.
“El secreto que los colchoneros no quieren que sepas”, afirmó Trilce Jirón Garro, cofundadora de La Repa de Sueños entre risas, “es que la mayoría de los colchones pueden arreglarse. Así́ alargamos su vida útil a una fracción de lo que costaría el mismo nuevo de excelente calidad”, dijo.
Además, el 99% de su personal actual trabajó también con ellos bajo ese mismo techo.
Colchones Dorma, el otro emprendimiento de la familia nace hace tres años bajo el concepto de ofrecer colchones de lujo a precios de fábrica. Este proyecto se convierte en la expresión de un legado familiar que se remonta a 1905, cuando Salvador Jirón y Frida Gellert, fundaron una talabartería en el parque Morazán. Ésta, evolucionando con el tiempo hacia la fabricación de colchones bajo liderazgo de Frida.
“En el 2022 luego de lanzar nuestro canal de TikTok, todo cambió repentinamente y nos vimos en un crecimiento acelerado como jamás pudimos haber imaginado” afirmó Álvaro Jirón García. Vimos decenas de bodegas, pero siempre decíamos: “¡te imaginas si pudiéramos tener de vuelta la planta de San Sebas! Nada es coincidencia en esta vida. El corredor que nos estaba ayudando también llevaba esta propiedad. Todo vuelve, y este sueño nos estaba esperando”.
Con la recuperación del edificio, la familia aspira a expandir su impacto. Visualizan tener una reparadora en cada cabecera de provincia. Además de educar a la población acerca de todo lo relacionado con colchones. Enfatizando que no siempre lo más barato o costoso es lo mejor, ya que cada cuerpo tiene necesidades diferentes.
Nuestras Redes Sociales:
