Mantener rutinas de estudio de aproximadamente 30 minutos puede significar un avance equivalente de hasta tres meses en los estudiantes. Así lo señalan especialistas de Kumon.
Melania Baltodano, instructora del Centro Kumon Escazú, señaló que, el cerebro se debe activar y ejercitar todos los días. Ello, menciona, es especialmente importante en edades tempranas para evitar una afectación en la continuidad del aprendizaje de las materias más susceptibles. Esto sobre todo en aquellas que implican procedimientos, como las operaciones matemáticas, lectura y escritura.
“Durante las vacaciones se rompe la rutina de trabajo de los niños. Si no se fomenta el cumplimiento de pequeños deberes, cuando vuelvan a las aulas será más difícil recuperar el ritmo que tenían antes”, afirmó Baltodano.
Incluso, agregó, puede ser una oportunidad de combatir el rezago académico que enfrenta actualmente el sistema educativo nacional. Esto al “reforzar aquellos temas que son base para los siguientes niveles, pero que aún no son dominados por completo por los alumnos”, dijo.
Por otra parte, Baltodano explicó que, si se obtuvo buenas notas en el ciclo anterior, realizar esta práctica permitirá ser un estudiante aún más destacado el siguiente ciclo. Al contrario, si se tuvo retos importantes, aprovechar el verano dará más herramientas para iniciar un nuevo grado con más confianza. Así como mejorará su desempeño desde el primer día de clases.
“Sin duda, mantener estos hábitos de estudio en vacaciones puede ser un desafío para padres de familia y sus hijos. Para ello, es fundamental presentarles una propuesta efectiva, atractiva y real”, comentó la especialista.
Pero, ¿Cómo aplicar las rutinas de estudio? Baltodano brindó varias recomendaciones:
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