Por: Dr. José Sprok Tromp, decano de Medicina Ucimed.
El acelerado desarrollo tecnológico que vivimos, está transformando todo lo que hacemos como sociedad. Las nuevas tecnologías, se plantean como una gran herramienta para evolucionar, mejorar y hacer más eficiente los servicios y productos que, desde diversos sectores, se le brinda a la población.
Esta transformación digital, está insertándose en muchos ámbitos de la sociedad y la salud no es la excepción.
Desde hace cierto tiempo ya, en Costa Rica se viene hablando de este tema, sobre el cual, muchas son las dudas que se nos viene a la cabeza. La principal, quizá, es si el país realmente está preparado para este nuevo nivel como lo es la salud digital.
Y sí, desde mi percepción y experiencia, sí lo está. Pero, pese a las acciones ya implementadas, aún tenemos mucho que hacer. Esto por el bien del paciente, la salud pública y el desarrollo del país.
Cuando hablamos de salud digital, hablamos del uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Con las cuales se hace más eficiente los servicios y la atención de los pacientes.
Un sistema de salud digital otorga muchos beneficios. Entre ellos, la automatización de procesos, mejora en la atención y prevención de grandes enfermedades. Además de un manejo eficiente de las listas de espera. Por cierto, este último es una piedra en el zapato para nuestro sistema de salud, pero ese ya es otro tema para hablar ampliamente.
La salud digital permite, además, la atención inmediata del paciente y hasta su monitoreo virtual. También el acceso a tratamientos novedosos y el uso del expediente digital en cualquier lugar del país o centro médico.
Costa Rica cuenta con una enorme capacidad de innovación, para ingresar al mundo de la salud digital. Pero es cierto que aún hay mucho camino que recorrer. Quizá uno de los retos más grandes, al que nos enfrentamos en este momento, es la alfabetización o educación de los profesionales. Ello en materia de salud digital. En este punto, particularmente, estamos rezagados.
Es claro que, para lograr la implementación de soluciones digitales en este campo, se requiere personal altamente capacitado y conscientes de cómo funciona la salud digital. Por eso, este tema debe insertarse ya en los programas académicos de las universidades. Las cuales forman a los profesionales en ciencias de la vida.
La tecnología ha avanzado tanto, que se ha vuelto un gran aliado para las profesiones de salud. Por ello, es momento de que las universidades la incorporen dentro de su malla curricular. Porque, por años, hemos enseñado sobre la medicina tradicional, pero ya es momento de hacerlo con la medicina digital.
Adaptar los programas académicos a esta nueva realidad, es un deber de las universidades. Eso sí, si su interés es realmente formar profesionales del futuro. De lo contrario, es probable que los días de estos centros educativos, estén contados.
Al ritmo que avanza este desarrollo tecnológico, debemos avanzar todos, porque quedarnos rezagados, se traduce en una serie de perjuicios para el país y la seguridad social. No podemos olvidar que una sociedad con más acceso a la salud, es una sociedad menos enferma. Por ende, más productiva.
Costa Rica posee un sistema de salud privilegiado, el cual, podemos potenciar aún más. Pero solo si continuamos impulsando la transformación digital dentro de este sector. Además de incorporar este tema en los programas académicos de las universidades, para formar a los nuevos profesionales en salud.
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