Por: Federico Reyna, Business Manager de WeWork Costa Rica.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Microempresas de los Hogares (Enameh) 2022, las microempresas generan 647,451 puestos de trabajo. Ello representa el 30,3 % del total de personas ocupadas en el país. El sector de mayor concentración es el de servicios. En Costa Rica, las pymes constituyen un 97% del parque empresarial. Su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) nacional ronda el 37%.
Mejorar la productividad es un factor clave para el éxito de este sector empresarial. Así como para el desarrollo de la economía costarricense. Esto ya que implica maximizar el rendimiento y crear más valor con los recursos disponibles.
En este sentido, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) afirma que Latinoamérica no ha logrado recuperar los niveles de productividad evidenciados en 1980. Sumado a ello, pese a que Costa Rica es el segundo país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que más horas trabaja, no muestra resultados positivos en los indicadores de productividad de esta organización.
Para aumentar la productividad en las empresas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) resaltan la importancia de brindar mejores condiciones de empleo que aseguren la salud. Así como la seguridad y satisfacción de las personas trabajadoras. Ello en cuanto a infraestructura física y digital, espacios laborales flexibles e inclusivos, salarios justos, respeto por los derechos laborales, entre otros.
Cuando una persona trabaja feliz y cómodamente, logra mayor productividad. Al aumentar la productividad se incrementan las ganancias. Esto impulsa el crecimiento de la empresa, el cual permite una mayor generación de empleo y mejores salarios. Ello contribuyendo a reducir los niveles de pobreza y beneficiando la calidad de vida. Por eso es de gran importancia contar con espacios de trabajo flexible que brinden áreas diseñadas para cada labor, ya sea de concentración, creatividad, o trabajo en equipo.
El 20 de junio se conmemora el Día Mundial de la Productividad. Mientras que el 27 de este mes es el Día Mundial de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas. En este contexto, toma gran relevancia la relación entre ambas fechas para el desarrollo de la economía costarricense.
La posibilidad de proporcionar a las microempresas y las pymes espacios de trabajo adecuados, les ayuda a catalizar su innovación. Así como a construir valor desde procesos colaborativos que pueden generar encadenamientos productivos estables.
Cuando se cuenta con las condiciones para concentrarse cómodamente y trabajar colaborativamente se promueve la creatividad. También se estimula la motivación de los trabajadores. En este sentido, resulta clave contar con la infraestructura tecnológica y física necesaria para permitir un desarrollo ordenado y una expansión sostenible de los negocios.
Al respecto, el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) es fundamental en el desempeño de las empresas. Especialmente aquellas basadas en conocimiento. Según datos de la Enameh 2022, el 84,8 % de las microempresas tienen acceso a Internet para llevar a cabo sus actividades y la mayoría lo usa principalmente para atender a los clientes, enviar y recibir correos o mensajes, realizar llamadas telefónicas o videoconferencias. Mientras que solo el 6,1 % de los negocios no cuentan con ninguna de estas tecnologías para el desarrollo de su actividad productiva.
El uso creciente de TICs puede contribuir a que las mipymes eleven su productividad y se inserten con menores costes en los mercados internacionales. Para ello, hay que cerrar brechas de accesibilidad entre las micro, pequeñas y medianas empresas y las grandes firmas. Uno de los caminos es brindar la infraestructura requerida para emparejar las condiciones y facilitar nuevas oportunidades a los negocios de menor escala.
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