El contexto internacional, desempleo y el costo de la vida. Estos son los tres principales retos que tendrá la economía costarricense durante el 2023.
Así lo señalaron voceros del Colegio de Ciencias Económicas donde tuvo un encuentro con la prensa y presentó sus perspectivas económicas para este 2023.
“Durante este año Costa Rica atraviesa una situación inédita en los últimos años. Una de las principales características es la apreciación del colón, pero sin ver una mejora en el costo de la vida. Sino que lo acelerado de esta situación podría poner en riesgo algunos sectores como exportaciones y turismo. Todo esto dentro de un contexto de alta inflación y poco crecimiento generalizado en el mundo”, explicó Ennio Rodríguez, presidente del Colegio.
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De acuerdo con los economistas, Costa Rica y la región ven amenazadas sus opciones de dinamizar la economía por el escaso crecimiento de Estados Unidos. El cual también vivirá una inflación que ronda el 3,5%. A esto se le debe sumar que el precio del barril Brent cierre en US$83 (antes US$92) en 2023 y para el 2024 en US$78.
Sin embargo, añaden, no se descartan situaciones que puedan modificar significativamente estos pronósticos como la de una nueva recesión, el crecimiento en China luego de la apertura y los conflictos bélicos en Europa.
Entre los retos del desempleo, su nivel actual debe tomar prioridad. Rodríguez comentó que, para finales del 2023, se prevé que la tasa se reduzca hasta el 11,1%.
No obstante, si bien los especialistas señalan que hay una mejoría no despreciable, el valor sigue siendo muy alto. Agregaron que les preocupa particularmente que las tasas de participación y ocupación no se recuperan, la brecha de género y las pocas oportunidades en las zonas rurales.
“Para mejorar la cifra de desempleo, se requiere una política de empleo precisa. Debe ser con énfasis en mujeres y personas jóvenes. Ellos son quienes afrontan más dificultades de insertarse y permanecer en el mercado laboral”, mencionó Rodríguez.
Por su parte, entre otros retos planteados por los economistas, está el costo de los principales alimentos de los costarricenses en 2023. El cual presenta escenarios que van de 8% a 15%. Este proceso inflacionario, dijo Rodríguez, se refleja en pérdida de poder adquisitivo de los hogares costarricenses y su consecuente reflejo en pobreza y otros indicadores como los de seguridad.
Añadió que el precio de la canasta básica vive una situación similar a la del desempleo. Ya que la inflación será menos pesada que en el 2022 (20%). Pero sigue siendo más alta que lo vivido entre el 2019 y 2021 (4% a 8%).
En cuanto a tasas de interés, es de esperar que las tasas de interés activas (costo del crédito) mantengan comportamiento al alza en 2023. Esto como parte del rezago del traspaso de la tasa política monetaria, la tasa básica pasiva y las tasas activas.
Otro de los retos es la morosidad en la cartera crediticia aumente en 2023. Ello producto del efecto rezago del incremento en las tasas de interés. Esto ya que en los últimos cinco meses del 2022 ya se han empezado a dar señales de incremento en la morosidad en el corto y mediano plazo.
Asimismo, en cuanto a los retos en tipo de cambio y competitividad, si bien la apreciación del colón frente al dólar genera algunos beneficios importantes, especialmente a los deudores en esta moneda, el ritmo de apreciación más acelerado pone en riesgo la competitividad del país. Además, aumenta la competencia también para los productores que venden en el mercado doméstico.
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