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La llegada de la tecnología ha traído muchas facilidades y flexibilidad. Sin embargo, también provocan nuevas amenazas, por ejemplo, el cripto-hacking. Este es el uso de los dispositivos de otras personas, sin el debido consentimiento ni conocimiento, para minar y extraer criptomonedas de las víctimas.
En el primer trimestre de 2022 se lograron contabilizar 78 eventos de hackeo de los cuales se obtuvieron casi US$1.300 millones a través de blockchain. Esto supone un aumento de delitos del 136% respecto al mismo trimestre de 2021.
“Estos métodos maliciosos de minería de criptomonedas, se han convertido en una técnica común entre los hackers capaces de comprometer sitios legítimos. Esto se traduce en un futuro no muy lejano, a un posible mayor incremento de delitos digitales, incluyendo el cripto-hacking. Tanto ha afectado esta minería maliciosa que en las grandes plataformas web vienen incluidos sistemas ‘no coins’ que buscan prevenir estas instrucciones a través de los navegadores.”, explicó Ingrid Mora, gerente general para Softline Costa Rica.
Añadió que, la principal motivación por la que se realizan estos cripto-hacking, es el dinero y con él, el poder realizar otro tipo de ataques. Estos ciberataques incluso apuntan cada vez más alto e invaden hardwares cada vez más relevantes.
“El proceso de este tipo de ataques es el mismo que un malware. Puede ser difícil de detectar. Del mismo modo, averiguar el origen del uso de la CPU, puede ser complejo. Los procesos pueden ocultarse o enmascararse como legítimos a través de nombres propios del sistema para impedir que los usuarios los detengan”, comentó Mora.
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Además del Cripto-hacking, ESET, ha detectado el rug pull o tirón de alfombra, sobre todo en proyectos DeFi. Estos son criptoactivos que se basan en un sistema de finanzas descentralizado.
Rug pull sucede cuando los desarrolladores detrás de un proyecto lanzan un token y atraen inversores para que aumente su valor, para luego repentinamente retirar los fondos y llevarse el dinero. Cuando los estafadores vacían los pools de liquidez el precio del criptoactivo cae a cero y los inversores pierden la capacidad de intercambiar los tokens por otros más estables o dinero de curso legal.
“Los proyectos diseñados como estafas rug pull no siempre son obvios. Si bien encontraremos casos en los cuales el proyecto mostraba señales claras de ser un engaño. Pero no siempre es así. De hecho, gran parte de los criptoactivos que terminaron siendo una estafa de rug pull fueron presentados como proyectos de inversión sólidos y no como oportunidades para obtener ganancias rápidas”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
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