La tecnología está cada día más presente en la vida cotidiana de las personas, y desde la llegada de la pandemia esto se ha vuelto incluso más evidente. No obstante, un elemento que se debe impulsar es la ciberseguridad en los hogares. Esto ya que al aumentar el teletrabajo, se han dado nuevas variantes de ataques hacia los equipos que utilizan los trabajadores en sus hogares.
Equipos como teléfonos, computadoras, videojuegos y electrodomésticos son algunos de los ejemplos de equipos que probablemente haya en los hogares y están conectados a red.
Pero ¿Cómo aumentar la ciberseguridad en los hogares? De acuerdo con ESET, se pueden aplicar varias recomendaciones para lograrlo.
Entre ellas está asegurarse de que todos los dispositivos tengan su software siempre actualizado. Asimismo, utilizar contraseñas fuertes para todas las cuentas y dispositivos.
Otra recomendación es deshacerse de viejos dispositivos de forma segura, y contar con soluciones de seguridad con buena reputación.
“Es cierto que no basta con tener una solución de seguridad. Garantizar que vamos a estar seguros va más allá de solamente contar con un antivirus instalado. Conocer las amenazas y cómo se propagan, además de hacer un uso adecuado de la tecnología, principalmente manteniendo actualizados sistemas operativos y aplicaciones, ayudan a tener una protección real contra todo tipo de amenazas. Si bien estos dispositivos hogareños no suelen ser tan vitales en lo cotidiano como un celular o una computadora, su seguridad es muy importante. Grabaciones de audio, cuentas vinculadas, grabaciones de video y hasta contenido que ven los niños del hogar son algunas de las piezas de información que los cibercriminales buscan al atacar a estos”, señaló Marielos Rosa, gerente de Operaciones de ESET Centroamérica.
Si alguna vez las personas han recibido una llamada de teléfono sospechosa, donde el supuesto operador que se identifica como un trabajador de una empresa reconocida, solicita datos personales o incluso acceso remoto a alguno de los dispositivos, es posible que las personas hayan sido víctimas del fraude conocido como vishing.
Es un tipo de fraude basado en la ingeniería social y en la suplantación de identidad. Se realiza a través de llamadas telefónicas. En ellas el atacante suplanta la identidad de una empresa, organización o incluso de una persona de confianza. Esto con el fin de obtener información personal de sus víctimas.
Primero, el atacante debe haber obtenido información confidencial sobre su víctima. Esto lo obtiene gracias a otros ataques realizados sobre sus víctimas, como el phishing.
Una vez obtenida esta información, es el momento de realizar una llamada telefónica al cliente, haciéndose pasar por su banco, por ejemplo, y que su víctima confíe en él. Tras esto, tratará de obtener más información, conseguir que el usuario instale algún malware en su equipo o realice algún tipo de pago.
Ante un caso de vishing, el Colegio de Profesionales en Informática y Computación, señaló que lo mejor es cortar toda comunicación. Pero si existe la sospecha de haber sido víctima de este fraude, se debe escanear el dispositivo con un antivirus actualizado. Así como eliminar cualquier archivo que se haya descargado del correo. También bloquear el número del que llamaron, y cambiar las contraseñas de aquellas cuentas que hayan podido ser vulneradas.
Otra recomendación es activar la verificación en dos pasos en las cuentas que lo permitan para evitar la suplantación de identidad. Asimismo, contactar con el banco para cancelar cualquier pago no autorizado o cancelar la tarjeta en caso necesario.
Cada vez son más los contenidos que se generan en Internet como vídeos, imágenes, comentarios u opiniones. Poco a poco las personas van creando una huella digital y siendo más conocidos en la sociedad. En ocasiones esta popularidad es usada de forma malintencionada por los ciberdelincuentes, que se apoyan en las nuevas tecnologías conocidos como “Deepfakes”.
“El Deepfake es la manipulación de imágenes, vídeos y audios. Esto para hacerle creer a alguien que lo que está viendo es la realidad cuando realmente es ficticio. Un ejemplo muy claro es en las películas cuando algún actor ya fallecido aparece actuando”, explicó Miguel Pérez, Director Escuela de Ciberseguridad de la Universidad Cenfotec.
Pero ¿Cómo detectar esto? El experto señaló que algo a observar es que cuando un algoritmo de síntesis de vídeo falso genera nuevas expresiones faciales, las nuevas imágenes no siempre coinciden con el posicionamiento exacto de la cabeza de la persona.
“Una forma de detectar los deepfakes es fijarse en las veces que parpadea la persona. Siempre se parpadea una vez cada tres o seis segundos y cada parpadeo dura unas tres décimas de segundo“, afirmó el experto.
Además, añadió que muchas veces el algoritmo que modifica la grabación no ajusta el sonido. Es decir, el sonido no coincide con la imagen.
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