Por: Guillermo Matamoros de Lead University.
¿Por qué son necesarios los planes regulatorios? Tiempos prolongados de espera, tramitología innecesaria y corrupción, podrían evitarse si cada institución pública y las 83 municipalidades contarán con planes regulatorios. El cual esté dirigido a realizar análisis de impactos regulatorios ex post, de manera que se ajusten las regulaciones con altos estándares de calidad.
Esto traería beneficios tanto al usuario como a las autoridades competentes. Así lo concluimos en el análisis “Mejora Regulatoria y Cargas Administrativas”. El cual fue publicado recientemente en la quinta edición de la revista académica Logos.
En dicho estudio se hace un análisis de un aspecto vital en la mejora regulatoria. Y es cómo se pueden estimar los costos en los que incurre la institución al aplicar planes regulatorios. O el costo que implica para el ciudadano cumplir con todos los requerimientos para obtener una licencia, permiso, autorización, concesión o beneficio.
Definitivamente, optimizar los recursos públicos y privados es necesario para empujar una verdadera reforma regulatoria.
Un análisis elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre Costa Rica, en el caso de los trámites, determinó que un 55% fueron resueltos con una primera visita o interacción del ciudadano con las oficinas públicas. Mientras que un 23% requirió de más de tres visitas a la instancia tramitadora.
Los datos anteriores reflejan el rezago en planes regulatorios que tiene Costa Rica y que con el ingreso a la OCDE quedó en evidencia.
¿Cómo afecta al país la ausencia de planes regulatorios?
Como parte de los análisis en el tema de planes regulatorios, se ha venido realizando un plan piloto donde se analizan regulaciones en 11 instituciones. De ellas, 4 municipalidades. Esto para determinar la pertinencia, vigencia de la necesidad y los objetivos que se pretenden cumplir con la regulación emitida. Así como posibles mejoras para quienes realicen trámites para obtener permisos, concesiones, patentes, licencias de construcción, solicitud de servicios nuevos de conexión de agua o electricidad y otros.
Preocupa la cantidad de veces que una persona debe ir a la municipalidad u otra institución a realizar una misma gestión. Que en algunos casos es de hasta 4 veces. Para decir que una regulación es efectiva lo ideal es que el 100% de las gestiones asociadas a ella se resuelven a la primera. Sin embargo, para tener un nivel de satisfacción razonable se requiere que al menos, entre un 85% y un 90% de los trámites, sean resueltos en la primera ocasión.
La pandemia obligó al uso de la tecnología para seguir brindando los servicios. Esta herramienta abarata los costos y minimiza los tiempos de espera.
Sabemos por cálculos realizados con información de Australia, México, Noruega y Reino Unido, que los trámites por el canal presencial son entre 20 y 42 veces más costosos. Es comparado con prestarlos por el canal digital.
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