19 septiembre, 2024

¿Cuáles acciones lograrían reducir los retos de agua en los países?

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Agua

El agua potable es esencial para la salud de las personas, y todo el ecosistema del mundo. Al ser un recurso vital su conservación y protección es crucial. Cada acción que las personas realizan puede aportar en la protección y el uso responsable de la misma.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de Unicef, indica que 3 de cada 10 personas carecen de agua potable. Y 6 de cada 10 carecen de saneamiento seguro. Una problemática que está en aumento derivado del crecimiento poblacional y la intensificación del efecto del cambio climático.

Además, se estima que aproximadamente el 90% de los desastres naturales se vinculan al agua.

“El cambio climático es impredecible y debemos sumar a este importante tema la urbanización progresiva. La cual trae consigo el aumento de la demanda de suministros de agua dulce y generación de aguas residuales. Esto planteando nuevos y difíciles retos para la gestión urbana del agua”, indicó Jorge Jean, director de marketing para México y Centroamérica de Amanco Wavin

En este sentido, la participación de los ciudadanos es vital para enfrentar estas situaciones.

Una forma de resolver los problemas de agua, de acuerdo con Jean, es que las comunidades capten, recolecten, distribuyan, utilicen y reciclen el agua. Esto de manera más eficiente.

Normas técnicas para el agua

Datos recopilados de ONU-Agua, indican que el 80% de las aguas residuales se devuelven al ecosistema. Además de que cada día se pierden más de 45 millones de metros cúbicos de agua. Y para el 2050 la demanda del consumo del agua podría aumentar en 55% a nivel mundial.

Una herramienta para contrarrestar esto son las normas técnicas, de acuerdo con expertos.

“Sin duda, las normas técnicas aportan un gran valor en la gestión de aguas residuales. Ya que permiten a las organizaciones establecer sistemáticas que le aseguran una consistencia en la operación. Así como en la gestión de aguas y protocolos correspondientes”, indicó Manuel González, coordinador técnico de Inteco.

Agregó que en Costa Rica el tratamiento de las aguas residuales es una de las grandes deudas ambientales que se tienen en estos momentos. Por ejemplo, en los años ochenta e inicios de los noventa, se hizo un análisis al río Tárcoles, y las normas técnicas ayudaron en el modelo de plantas de tratamiento, en su diseño y operación. 

Una de las normas técnicas para el agua es la INTE/ISO 24516-4:2021 MOD. Esta específica las directrices para los aspectos técnicos, herramientas y buenas prácticas para la gestión de los activos de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales. Así como las instalaciones de tratamiento de lodos, las estaciones de bombeo y las instalaciones de retención y detención en el sistema de saneamiento de aguas residuales para mantener el valor de los activos existentes.

Mientras que, la norma INTE/ISO 24510:2021 contempla los elementos de los servicios de aguas residuales y abastecimiento de agua potable.

Océanos y cambio climático

Los océanos cubren cerca del 70% de la superficie de la Tierra. Desempeñando un papel fundamental en la regulación del clima mundial. Así como en la provisión de agua a las zonas costeras, alimentos, el turismo, el comercio y el transporte. Más del 90 % de todo el calor extra de la atmósfera, producto de las emisiones de gases efecto invernadero, es absorbido por los océanos, con implicaciones que hasta ahora se están empezando a entender.

De acuerdo con los expertos, a medida que el océano sufre por el calentamiento global, la vida marina puede enfermar o incluso morir.

Catalina Molina, bióloga de la Fundación Amigos Isla del Coco, afirmó que esta situación “nos preocupa. Por eso hemos impulsado la propuesta para aumentar la protección de las áreas alrededor de Isla del Coco y los Montes Submarinos. Esto mediante un proceso que es liderado por el Estado y es apoyado por diferentes actores sociales y científicos”.

Agregó que las áreas marinas que son protegidas son excelentes para obtener un triple beneficio. Este es la protección de la biodiversidad, producción pesquera y la mitigación del cambio climático.

Además, las redes de áreas marinas protegidas bien integradas, y donde se manejen las presiones, pueden aumentar la supervivencia de las especies. Esto al permitirles moverse a lo largo de todo su rango de acción.

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