Vocación al servicio de la enseñanza, Magisterio Nacional

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Magisterio

Por: Georgina Díaz, gerente general, Sociedad de Seguros de Vida del Magisterio Nacional.

Cada mes de noviembre conmemoramos el Día de los Educadores Costarricenses. Así como el invaluable aporte que han hecho al país. El impacto positivo que estos trabajadores han dejado en cada uno de quienes fuimos parte del sistema educativo costarricense, debe mantenerse vivo en nuestras memorias. Y fortalecerse en el de las nuevas generaciones.

Fue a través del Decreto No.16, del 7 de octubre de 1915, que se declaró el Día del Maestro. Esto en honor al onomástico del Licenciado Mauro Fernández Acuña. Célebre educador. Quien destacó por las distintas reformas al sistema educativo nacional. 

Podemos decir que nuestra trayectoria como país está colmada de educadores. Que fungieron como destacados líderes. Y que llevaron con éxito y valentía las riendas de nuestra nación.

Sin lugar a duda, la historia de la educación en Costa Rica es la historia de grandes luchas, hitos y reformas. Forjados por ciudadanos ejemplares, que tuvieron una visión disruptiva para su época. Y, sobre todo, que comprendieron con claridad que el saber era la puerta hacía el desarrollo.

Hubo grandes acontecimientos que marcaron la trayectoria de nuestros docentes. Desde la creación del primer centro de enseñanza Casa Santo Tomás en 1814. La promulgación del Código de la Educación en 1944. Implementación de reformas que brindaron igualdad de acceso a la educación para mujeres y hombres. Hasta grandes luchas que garantizaron mejores condiciones salariales y sociales.

Con toda seguridad podemos expresar que estas conquistas llevan la firma de un educador entregado por completo a su vocación. No solo por educar. Sino por contribuir en la construcción de un mejor entorno para las instituciones y familias a las que pertenecen.

Magisterio Nacional

Los maestros han sido quienes han plantado los cimientos para la construcción de grandes sueños y proyectos, en miles de profesionales.  Son ellos quienes en medio de la adversidad han tendido una mano a sus estudiantes, colegas y comunidades.

¿Recuerda algún maestro que haya marcado su vida o la de su comunidad? Probablemente sí. Todos llevamos en nuestras mentes y corazones, algún recuerdo de una maestra o maestro, que supo comprendernos. Que estuvo ahí para guiarnos. Y que se convirtió en parte de nuestra familia.

Apelando a esas grandes contribuciones que los docentes han hecho al desarrollo socioeconómico del país y en la construcción de nuestra identidad, es que hacemos un llamado a reconocer esa vocación y don de servicio. Esto en el marco de la conmemoración del Día del Educador Costarricense y de la Confraternidad de nuestros trabajadores de la educación.

Para las instituciones socioeconómicas que integramos el Magisterio, es apremiante la generación de espacios de discusión y visibilización. Esto para de las distintas acciones que los educadores están desempeñando en medio de la coyuntura actual.

Hoy, las maestras y maestros continúan haciendo historia. El espíritu de solidaridad que tanto los caracteriza volvió a florecer en medio de todos los obstáculos que ha representado la pandemia por la Covid-19.

Los educadores tienen el poder de la enseñanza. Pero, además, el de dejar huellas imborrables. De inspirar. Dar esperanza. Y, sobre todo, de contribuir a forjar un mejor mañana para todos.

¡Gracias a todos los educadores por hacer grande a nuestro país!

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