Por: Federico Halsband
Representante de gracias.cowork
En estos tiempos de incertidumbre tenemos muy poca claridad de cómo será el futuro de nuestros trabajos. Lo que sí tenemos claro es que no vamos a regresar a la misma realidad de antes. Hemos visto que un balance entre el hogar y la oficina es óptimo para la productividad y calidad de vida en nuestro entorno laboral.
La oficina del futuro también será diferente. Hemos comprobado que acabaron las épocas en donde se acostumbraba a usar espacios modulares, como cubículos y otros espacios abiertos sin divisiones. Ahora más bien, la tendencia se dirige a un punto intermedio entre ambos. Con un distanciamiento saludable en metros cuadrados por persona, sumado a las nuevas prácticas de higiene y de seguridad.
Por otra parte, sabemos que el espacio físico será utilizado de forma clave y estratégica. De hecho, ya no será utilizado con los mismos fines que anteriormente se usaban. Ya que algunas veces conviene más trabajar de forma virtual y en otras ocasiones trabajar de forma presencial.
Es ahí donde nacen las pistas para reconocer cómo hacer mejor y más eficiente el trabajo en el futuro. Los coworking son ese camino flexible al desarrollo y colaboración estratégica que necesitamos.
Esta es una tendencia mundial que cuenta con por lo menos 10 mil espacios alrededor del mundo. Con un crecimiento exponencial que llegó a cuadruplicar su disponibilidad en solo cinco años.
En medio de todos los cambios y rompimiento de paradigmas, han quedado enseñanzas y oportunidades. Es así como nos dimos cuenta de que los espacios de colaboración o colaborativos de coworking son los que conocen más que nadie las necesidades actuales. Que poco a poco van surgiendo de acuerdo a cada industria y a cada trabajador en lo personal.
Hoy, más que nunca, el sector empresarial necesita unirse para, entre todos, generar sinergias que impulsen el potencial de cada uno. Y precisamente el coworking es la vía de encuentro para lograr articular este objetivo.
Con esta visión es que se crea gracias.colab. La cual tiene a disposición la oportunidad de acceder a una red de expertos interdisciplinarios en áreas como contabilidad, marketing, administrativa, jurídica, entre otros. Convirtiéndose así en un centro de impulso empresarial.
Precisamente, el objetivo es promover el encadenamiento de empresas y emprendedores. Los cuales coinciden en un espacio que promueve además la reactivación económica.
El proyecto consiste en articular un centro para el impulso de la innovación y formación de pymes por medio del intercambio semi-presencial adaptado a la nueva realidad post pandemia. Potenciando además el dinamismo económico nacional a través espacios de coworking seguros para aquellos agentes de cambio que actualmente están aislados.
Esto es parte de una solución mundial que llega a nuestro país. Estudios internacionales han afirmado que el coworking propició la reducción de costos en las empresas de hasta un 85%. Además promueve el networking. En esta línea, un 82% de personas aseguran que han ampliado su red de contactos profesionales. Y 70% de las personas que participaron en un estudio mundial afirmaron que son más saludables desde que trabajan en un espacio de coworking.
Por otra parte, la cultura organizacional también juega un rol muy importante para identificar la manera más óptima de trabajar en un equipo. Ya que hay culturas más abiertas y más flexibles, como otras más limitadas, dependiendo de su giro.
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