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Pese a que el comercio electrónico existe desde los años 60, cuando se inventó el Electronic Data Interchange (EDI), que permitía a las empresas transmitir datos financieros de forma electrónica, y que ha ido evolucionando con sistemas más sofisticados y de fácil manejo para los usuarios; es a partir de 2020 que podemos afirmar que se dio una verdadera revolución en este tipo de comercio.
El comercio electrónico en Latinoamérica creció aproximadamente 4% derivado del consumo masivo generado a través de los canales electrónicos como producto de la pandemia, lo que generó a su vez, un promedio de 9 millones de nuevos compradores en transacciones no presenciales en la región. Según un estudio de Visa, de esos 9 millones, 1 millón se situó en Centroamérica.
Según el informe de Digital Market Outlook 2020 de Statista, con la pandemia, Costa Rica alcanzó un crecimiento del 48% de las ventas por Internet. Esto representa una oportunidad para la recuperación y sostenibilidad de muchas empresas, pues a pesar de que se espera que haya cierta regresión a los patrones previos al confinamiento, estos patrones no van a regresar a los números anteriores, siendo una ventaja para quienes incursionen en el comercio electrónico. Según fuentes oficiales, del 2017 al 2020 las ventas en línea en Costa Rica aumentaron de ¢329 millones a ¢19.603 millones.
De acuerdo con el último informe sobre el Índice de Comercio Electrónico de Empresa a Consumidor del 2020 realizado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), Costa Rica se encuentra en la posición 56 de 152 países calificados dentro de este ranking, lo que representa que el 23% de los usuarios de internet realizaron compras frecuentes mediante alguna plataforma digital durante la pandemia. Esto constituye una participación de 18,1% de la población total del país en el comercio electrónico; no obstante, aún falta escalar varias posiciones para considerarlo como un pilar fundamental dentro de la economía.
Ahora, ¿es el comercio electrónico un servicio disponible y accesible para las pequeñas empresas? Si bien, muchas de las empresas que utilizan este sistema son empresas grandes, y muchas de éstas son compañías multinacionales, el e-commerce es un servicio disponible también para las empresas más pequeñas. De hecho, esto representa una oportunidad para que las Pymes aceleren su crecimiento ya que la mayoría de los ciudadanos han tenido que adaptarse a un estilo de vida en el que se depende más de los medios electrónicos para realizar incluso las compras de supermercado u otras compras de artículos cotidianos. Ya desde diciembre de 2019, las compras en páginas web de micro y pequeñas empresas en Costa Rica, había aumentado un 25%. Sin embargo, pese a ese crecimiento, en la actualidad, apenas un 10 % de Mipymes ticas cuentan con presencia en la web y todavía un porcentaje menor utiliza un mecanismo para vender en línea.
“Es un hecho que el comercio electrónico llegó para quedarse y las PYMES deben adaptarse a estos nuevos cambios que trajo la pandemia y sumarse a aceptar pagos digitales, ya sea para facilitar la venta de sus productos o pago de sus servicios, como también para integrar estos nuevos mecanismos de pago a su ofrecimiento”, indicó Miguel Arocho, vicepresidente senior de Operaciones de Evertec para Latinoamérica.
Existen algunos factores claves que han incidido para que las empresas, en especial las Pymes no hayan dado ese paso aun: la falta de infraestructura y logística, es decir, el empaquetar el producto, la seguridad de la entrega de mercancía, que el consumidor en efecto reciba un producto con la calidad que espera, y también está la desconfianza en los servicios de pago electrónico, la cual muchas veces ocurre por desconocimiento de los dueños de empresas y negocios, pero también del usuario que teme a los fraudes, lo que dilata ese paso hacia la transformación.
Un reporte de VISA de principios de 2021, confirma que el canal de e-commerce representó el 74% del total de los fraudes cometidos en 2020 en América Latina y el Caribe. Por ello, existen empresas como Evertec, que ofrecen plataformas que centran su enfoque en ofrecer confianza y seguridad a los consumidores y dueños de los comercios, a través de sus plataformas de pago digital Placetopay, así como otros canales que pone a disposición del mercado; buscando acompañar los procesos y debidos cumplimientos regulatorios y de las marcas de las instituciones financieras en Latinoamérica.
“Los tiempos de hoy en día requieren que las empresas y comercios que operan en el mundo financiero cuenten con herramientas que le permitan monitorear sus distintos canales transaccionales con el fin de proteger sus clientes y sus negocios, tal y como RiskCenter 360”, indicó Juan Abbiati, vicepresidente senior comercial para Latinoamérica.
Antes de la pandemia, la penetración del e-commerce en Latinoamérica era del 55%, y el confinamiento aceleró el crecimiento del comercio electrónico alrededor de un 67%, crecimiento esperado por la industria para el año 2023. La proyección que se tiene es que esos nuevos consumidores van a mantener sus hábitos de consumo a través de los canales no presenciales; por tanto, es una apuesta segura no solo para mantener operando muchos negocios sino para potenciarlos y ayudarlos a crecer, siempre que se utilicen plataformas confiables para el comprador y el comercio.
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