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Actualmente pensar en un mundo sin internet es casi imposible. Principalmente porque ahora este servicio es una herramienta indispensable para las personas.
Por lo tanto, reconocer las diferencias entre las tecnologías de entrega de este servicio marca la diferencia de la calidad de internet que usted recibe. Así como las posibilidades que tiene para aprovecharla.
Un ejemplo de esto, de acuerdo con la empresa Claro, es que pocas personas que consideran cómo les puede incidir en la cantidad de gigabyte y velocidad que reciben por el paquete contratado.
Ante esto, Claro, destacó algunos aspectos a los que se deben poner atención.
Este tipo de servicio es una red híbrida, la cual trabaja con fibra óptica y cable de cobre. Para su distribución, el HFC funciona por medio de puntos de entrega en los que se utiliza la fibra óptica. Y continúa el despliegue del internet por medio de cable de cobre que llega hasta el domicilio de los usuarios.
Este método no garantiza la mejor velocidad, ya que el uso de cobre y la distancia que se recorra desde el punto modular hace que disminuya la misma. Otra de sus características es que requiere energía eléctrica. Esto significa que si hay un corte de luz deja de funcionar el servicio.
El HFC es una tecnología que con el pasar del tiempo ha permitido ofrecer más velocidades, sin embargo, ya llegó a su punto máximo de su evolución, ofreciendo un máximo de 150Mbps a 300Mbps por segundo en su velocidad.
La distribución de internet por medio de cable de cobre es una de las tecnologías más antiguas que actualmente entregan el servicio. Su ancho de banda es limitado y el peso es mayor al de fibra óptica. Por lo que incrementa la dificultad en su cableado. Este servicio no garantiza la velocidad contratada. Esto porque establece una velocidad de 25Mbps por cliente máximo con un alcance limitado geográficamente por nodo.
Esta tecnología es la más nueva en el mercado de servicios de internet. Actualmente la fibra óptica trabaja por puerto o punto de distribución. O bien, por medio de un dispositivo llamado ONT (Optical Node Terminal).
Con el uso de este instrumento la operadora se encargará de conectar la red de la casa con la central de la operadora. Con esto entregando 2.5 GB por segundo y hasta 10 GB por segundo. Esto garantizando un ancho de banda más estable, lo que genera la velocidad contratada.
Este dispositivo funciona con energía. Por tanto, si el usuario queda sin fluido eléctrico, la ONT se apaga y podría quedar sin servicio. Como alternativa, los usuarios pueden optar por una batería o generador de energía y mantener el servicio de fibra óptica más estable.
“Actualmente, lo más importante no es la tecnología que el operador pueda ofrecer. Sino los futuros servicios o comodidades a los que los usuarios puedan acceder. Por ejemplo, el IPTV, es una tecnología se encarga de llevar hasta los hogares televisión de banda ancha. Permite a los usuarios tener más libertad en lo que ven y cuándo lo ven. Por ejemplo, las personas pueden darle pausa mientras atiendes una llamada sin perderte el programa que están viendo a diferencia de la televisión satelital”, aseguró Luis Ivan Ortiz, gerente técnico de Claro.
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