Es urgente replantear el esquema regulatorio actual, porque en gran parte este es el responsable de los altos costos en muchos de los servicios públicos.
A esa conclusión llegaron diversos expertos durante el webinar “Regulación de los Servicios Públicos: Nuevos Desafíos ante Nuevos Paradigmas”, organizado por LEAD University, el pasado miércoles 27 de enero.
El análisis se basó en los retos, deficiencias y reformas que se deben adoptar, para que los consumidores tengan acceso a servicios públicos de calidad y precios más bajos.
“Las ineficiencias de la legislación actual impactan de forma negativa en los consumidores. Es claro que las regulaciones existentes dan especial énfasis a la protección de los derechos de los prestadores de los servicios. Estas dejan profundas lagunas para la atención de los derechos de los usuarios”, señaló Uri Weinstok, docente de LEAD University.
De acuerdo con el experto, es momento de tomar acciones para hacer más eficiente la legislación y modernizar el sistema.
Para Weinstok, es necesario replantear temas como la dependencia del Ente Regulador del Poder Ejecutivo. Además del rol que deben jugar las audiencias públicas, la modernización de las metodologías y mecanismos regulatorios. Pero, sobre todo, convertir a la regulación en un medio para promover la competencia en vez de restringirla.
En el panel se señaló que producto de las regulaciones existentes, los precios de los servicios públicos aumentan más que el resto de los productos. Pero por tratarse de servicios básicos, afectan el precio de casi todos los productos y servicios que consumen los ciudadanos.
A criterio de los expertos, las reformas deberían ir orientadas principalmente a:
Transformar a la Aresep para cambiar el rol actual en el mercado y otorgarle nuevas potestades. Las cuales le permitan adoptar distintos modelos regulatorios y adaptarlos conforme a las necesidades del momento.
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