En 1950, la familia Canet decidió fundar Persianas CANET, una empresa dedicada a la comercialización de persianas inicialmente operaba en una pequeña bodega en el Paseo de los Estudiantes en San José. Hoy, 70 años y tres generaciones de líderes después, la compañía ahora conocida como CANET es una de las empresas familiares costarricenses que no sólo ha logrado perdurar durante siete décadas, sino que amplió enormemente su portafolio y además expandió su actividad comercial al resto de Centroamérica.
“CANET nació en un momento convulso en la historia de Costa Rica, con la misión de transmitir a sus colaboradores y clientes esa visión de construir un mejor país, y de que como empresa contribuyéramos a fortalecer los valores del ser costarricense: honestidad, responsabilidad, transparencia y la vocación de servicio. Durante estas siete décadas, y siguiendo los pasos de don Alberto Urbina y de nuestros fundadores, hemos logrado mantener esa visión de crecimiento”, asegura Adrián Urbina, gerente general de CANET.
Según estadísticas de Familiar Business Knowledge (FBK), a partir de datos de 3.800 empresas familiares de todo el mundo, apenas un 11,8% de ellas llegan a la tercera generación. El porcentaje disminuye hasta el 2,3% en el caso de la cuarta generación y hasta el 0,7% para la quinta.
Sin embargo, Urbina compartió algunas de las claves que le han permitido a esta empresa familiar mantenerse en el mercado por tanto tiempo y que son la llave para otras empresas costarricenses que quieran seguir este camino:
La comunicación es la base: por ser una empresa familiar las personas tienden a pensar que se entienden fácilmente porque son hermanos, primos, padres, hijos o familiares muy cercanos, pero como en cualquier otra empresa, es necesario proveer herramientas para comunicarse, evaluar continuamente los procesos de comunicación y buscar continuamente la retroalimentación. Y muy importante separar los temas familiares de los empresariales.
Se deben definir roles: cada miembro debe tener su rol definido dentro de la organización y conocer cuáles son sus responsabilidades, y como en cualquier empresa establecer metas, indicadores de logro e informes de desempeño. Esto tiene que ver con el manejo corporativo del negocio.
Desempeñarse en áreas afines: quienes integren la organización deben, además de conocer su rol, deben desempeñarse en áreas afines a las que estén capacitados. Esto permitirá que la operación de la empresa sea fluida.
Separar la propiedad de la empresa del liderazgo de esta: el gobierno tiene que ver con la propiedad de la empresa, la dirección está relacionada con el ejercicio y operación de esta. Una empresa necesita de ambas y no necesariamente es la misma persona quien debe ejercer ambos roles.
Renovar los liderazgos: se recomienda cada vez que la empresa entre un proceso de reinvención, de manera que las ideas frescas se combinen con la experiencia. Junto a la celebración de su 70 aniversario, CANET renovó los liderazgos de la organización con una nueva generación de profesionales jóvenes que aportan nuevas ideas. Ellos son la tercera generación de los fundadores, quienes cuentan con la experiencia transmitida por sus antecesores y el apoyo de los 150 colaboradores.
Apuesta por la innovación: Esto es clave para mantenerse en el mercado, porque las empresas compiten en un mercado que constantemente cambia, esto es independiente de si la empresa es familiar o no; pero en estas es clave porque el cariño que se tiene al a empresa puede llevar a creer que se debe mantener como fue concebida y eso podría ser un error en un mercado cambiante. CANET siempre ha apostado por la innovación y por marcar tendencias en el mercado.
“Fuimos los primeros en lograr la automatización de los productos; generamos productos con diseño; tenemos uno de los inventarios más diversos y fuimos los primeros en traer y posicionar las persianas y arrollables; hemos estado siempre marcando tendencia”, asegura Urbina.
Visión de crecimiento y expansión: normalmente las empresas familiares surgen como un negocio pequeño, pero esto no debe significar que no tengan una visión de crecimiento y expansión. En el caso de Canet la empresa nació en Costa Rica, pero con el espíritu de crecer, por eso el trabajo de 7 décadas ha logrado posicionarles como la empresa de cubrimiento de ventanas más grande de Centroamérica; hoy tienen operaciones en El Salvador y Nicaragua. La compañía contaba con 10 personas en 1970, se llegó a 100 colaboradores en el 2010 y ahora cuenta con más de 150 personas.
“CANET es una empresa costarricense que durante 70 años ha contribuido al desarrollo del país generando empleo para muchas personas y ofreciendo productos de alta calidad e innovación constante. Cumplir 70 años en el contexto actual del país nos llena de energía, nos recuerda nuestro compromiso y nos permite fijar una nueva visión para seguir consolidando la compañía. Pero también nos permite ser un ejemplo para todas las empresas costarricenses que están naciendo, o que llevan 10 o 20 años en el mercado, para que sepan que con el liderazgo adecuado, las decisiones correctas y la visión de futuro pueden tener una empresa que perdure por muchas generaciones”, concluyó Urbina.
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