Por: Alejandro Jiménez
Gerente de Consultoría de Grant Thornton
Como parte del giro que ha dado el uso de la tecnología en las empresas a nivel mundial, pasando a ser una facilitadora del crecimiento, a ser un factor de continuidad empresarial, lo que significa que, si su empresa no tiene los sistemas de información necesarios, puede quedar relegada en la competencia hacia la continuidad.
Es claro que la tecnología tuvo un papel fundamental en la mitigación del impacto del virus al ayudar a los empleados a realizar su trabajo desde un lugar remoto a sus oficinas o proporcionar una plataforma para la adquisición de los productos y servicios, y así permitió nuevas formas de hacer negocios.
Es por lo anterior que este es el momento crítico para evaluar qué tan lejos en el futuro lo pueden llevar sus planes internos del uso de los sistemas actuales. De hecho, según los datos de un estudio realizado por Grant Thornton, el 45,6% de los encuestados globales dijeron que necesitarían hacer un mayor uso de la tecnología y la transformación digital después de la crisis de COVID. Al mismo tiempo, el 78% de las empresas tiene la intención de mantener o aumentar sus niveles de inversión en tecnología durante los próximos 12 meses.
Ahora vale la pena revisar los sistemas que se implementaron y evaluar si son sostenibles con las estrategias que se visualizan, además de si son formas de trabajo seguras y eficientes.
Un aspecto común en muchos trabajadores durante esta crisis es el nivel de presión al que ha estado sometido cierta parte del personal para cumplir con procesos rutinarios desde sus respectivas casas, ya que muchos aún cuentan con las condiciones idóneas.
Aquí es donde la empresa debe valorar implementar tecnologías de automatización como el Robotic Process Automation (RPA ) para lograr obtener un servicio constante, de forma rápida y accesible para generar ganancias de productividad.
Muchos tuvieron la oportunidad de notar esos memes donde se mencionaba quien había sido el principal promotor de la transformación digital en las empresas, y entre las opciones se incluía a los gerentes y directores, sin embargo, la respuesta que brindaba esta imagen era que la respuesta correcta es el COVID.
Adicional a este elemento humorístico, es posible que anteriormente algunas empresas necesitaran ser convencidas de que ciertas tecnologías y actualizaciones digitales eran necesarias, ahora la transformación digital ha pasado de una aspiración deseable a una esencial en todos los ámbitos. Para lo anterior, la administración y dirección de las compañías necesitan deliberar, ya que hay muchos cuestionamientos y discusiones al respecto.
Pero la duda que hubo antes sobre si una empresa debería seguir la ruta tecnológica o no se ha ido, eso ahora es una obviedad.
Es importante tener en consideración que una vez transformados en información utilizable, los datos son un activo valioso para desarrollar la resiliencia y reajustar su negocio cuando se combinan con su planificación de escenarios. Por eso, es importante asegurarse que se cuenta con los análisis, los paneles, los conjuntos de informes y las estructuras de datos correctos para ayudar con la toma de decisiones.
Los grandes ganadores después de estos tiempos convulsos serán aquellas empresas que hayan adaptado su capacidad tecnológica y su visión más rápidamente en este período. Aquellos con un claro sentido de las oportunidades futuras, así como los riesgos que mitiga la tecnología, estarán bien posicionados para prosperar en el nuevo entorno operativo.
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