Este 2020 cambió la situación económica de muchas personas, que se han visto afectadas por reducciones en sus jornadas laborales o despidos como efecto del COVID-19. Sin embargo, para otros, esta afectación ha sido menor, y precisamente son esas personas a quienes los comercios y la publicidad buscan atraer durante este mes. Promociones y condiciones especiales que venían con el ya conocido “Viernes Negro”, se alargaron por varias semanas más.
Y es que este año, al parecer las ofertas se ampliaron, ofreciendo variedad para todos los gustos.
Sujeyny Gamboa, Relaciones Corporativas de Coopecaja explica que ante una situación tan particular como la que vivimos este año, es importante hacer un alto ante la reacción que podamos tener en el tentador comercio de la época.
Este llamado aplica para los distintos grupos generacionales que conforman a la familia, pues cada uno posee intereses y gustos variados que tendrán influencia en las decisiones financieras familiares. Desde hogares con padres de la generación “Baby Boomers” e hijos “Millennials”, considerando las múltiples modalidades de familia actuales; con una estructura monoparental sea con solo el padre o la madre, entre otros tipos de hogares no tradicionales, por lo que es vital motivar a que las distintas generaciones contribuyan en la toma de decisiones financieras y aporten en la posibilidad de ahorro del hogar. Al mismo tiempo, que se orienten mutuamente sobre el uso de la tecnología de forma útil y segura. Esto es particularmente importante en la actualidad, donde las compras y ofertas aparecen por distintos medios como la televisión, las redes sociales, e incluso, los mensajes de texto.
Al ser tan amplia la oferta, hay premisas básicas que deben existir antes de hacer una o más compras relacionadas con este mes de promociones.
“Lo primero es fomentar la conciencia, si usted o un miembro de su familia no necesita eso que está pensando en comprar, aunque se trate de una oferta, se estará tomando una mala decisión para el bolsillo, esa decisión responderá más a una emoción que a una necesidad”.
Por otra parte, si ya ha presupuestado adquirir cierto producto y encuentra una buena oferta, aproveche, siempre y cuando, se realicen previamente todas las consultas sobre las condiciones, posibles cargos extra, especificaciones, calidad, garantía y demás aspectos importantes al momento de hacer una compra. Recuerde analizar siempre lo que hay detrás de una promoción, las garantías que da el comercio y la seguridad, sobre todo en estos tiempos en los que las compras en internet se han disparado.
“Tenemos que asegurarnos que sea un sitio seguro, una página confiable, con garantías y cosas tan básicas como que se pueda borrar el número de tarjeta”, añadió la experta.
Para generaciones como los “Millennials”, cuyas aspiraciones están muy vinculadas a experiencias más que a cosas, la experta aconseja valorar el contexto actual al tomar decisiones que impliquen dinero. La ecuación entre precio bajo y potenciales riesgos en tiempos de pandemia, es tema de consideración en las finanzas personales.
Es recomendable para las cabezas de hogar, que realicen ejercicio de asignar “mesadas” a sus hijos las cuales pueden gestionarse mediante alguna tarjeta de débito, con el objetivo de prepararlos para el futuro sobre la responsabilidad financiera, además de que aprendan a administrar de forma adecuada el dinero, las bases del ahorro y el apoyo en las decisiones financieras del hogar.
De cara a la entrega de aguinaldos, se recomienda ante todo mucha cautela, principalmente porque se viven tiempos de incertidumbre económica.
“El aguinaldo puede ser ese impulso que necesitan muchas personas para generar un ahorro, aunque sea pequeño pero que nos ayude a enfrentar una crisis o a iniciar un fondo para emergencias, o al menos la posibilidad de cancelar deudas que estén afectando la liquidez familiar”, indicó Gamboa.
Sin importar a qué generación pertenezca usted, los expertos le invitan a fomentar en esta época, la comunicación en casa y a compartir sus proyectos financieros con gente de confianza. De modo que las familias cuiden el uso del dinero, ante momentos de mesura y responsabilidad económica.
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