Retos y oportunidades para el sector turístico costarricense

EY Law

Por: Alejandro Antillón
Socio de EY Law

A raíz de la crisis que estamos viviendo por el COVID-19 el sector turístico se enfrenta a una transformación, una transformación que implica no solamente adaptarse a la nueva realidad si no, enfrentarse a un nuevo consumidor; un nuevo consumidor que tiene y qué va a esperar nuevos y diferentes servicios de parte de los proveedores del sector turismo.

El reto principal del sector es sobrevivir, estamos en un momento en el que todavía no se sabe con certeza, cuándo va a haber una vacuna, cuándo vamos a volver a “la normalidad”;  la gente todavía tiene miedo de viajar internacionalmente y algunos países todavía tienen sus fronteras cerradas. 

Por lo tanto, el reto en este momento es sobrevivir. ¿Cómo sobrevivir?  Hay que cambiar, hay que reinventarse, hay que adoptar nuevas tecnologías pero, sobre todo, hay que modificar la oferta para la nueva estructura del consumidor, para sus nuevas preferencias.

En este momento, tenemos un consumidor que va a ser mucho menos tolerante, qué va a buscar seguridad, seguridad desde el punto de vista de salud, por lo tanto, serán muy importantes: Los protocolos y la manera en que se manejen estos protocolos; la tecnología para evitar el contacto, la manera de diseñar el espacio, para evitar la aglomeración de personas y sobre todo, un servicio que esté diseñado para dar y garantizar esa seguridad de salud. 

No tenemos claridad de si el mercado va a volver a la normalidad a finales del 2022 pero la mayoría de los expertos y los estudios, dicen que no se van a ver niveles de ocupación similares a los anteriores a la crisis, hasta probablemente, el 2023.

La expectativa para el próximo año es un poco mejor que la actual, la expectativa es que vamos a crecer en la demanda pero no necesariamente a los niveles que se necesitan. Por lo tanto, hay que buscar nuevas opciones de ingreso. El turismo local se vuelve más importante que nunca, es necesario diversificar nuestra oferta para ser más atractivos para el turista local, que es aquel que en este momento tiene mayor capacidad y disposición de utilizar los servicios del sector turístico.

De nuevo, la parte más importante es aceptar la nueva realidad, utilizar la tecnología para bajar costos de operación a través del outsourcing de algunos de los servicios; proyectar financieramente, ser conservador, abrir en fases y llevarle el pulso al consumidor, para que esa oferta sea lo que el consumidor está esperando. Encadenar con otros productores de servicios del sector, de manera que la experiencia y la seguridad sea uniforme en todos los elementos de la cadena de valor, es otro de los grandes retos.

No vamos a salir de esto solos, hay que trabajar con el ICT, trabajar con la administración pública para definir políticas que estén tendientes a facilitar el acceso al crédito, a dar mayores opciones a las pequeñas y medianas empresas, para que puedan recibir el asesoramiento técnico que necesitan para sobrevivir esta situación pero, lo más importante es entender el genoma de nuevo consumidor y darle a ese nuevo consumidor lo que requiere para sentirse saludable y seguro. 

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