Cómo maximizar oportunidades del Black Friday y temporada navideña
A pesar de que los expertos han afirmado que el COVID-19 no es una enfermedad de transmisión alimentaria y por lo tanto, no se considera probable que una persona se infecte a través de la comida, existe el riesgo de la presencia de partículas virales en empaques y superficies de productos o de contagio en alguno de los procesos operativos de las empresas.
Por esta razón, todas las empresas, pero especialmente las de la industria alimentaria, deben adoptar nuevas prácticas de seguridad que permitan garantizar a sus clientes y consumidores, que existió y se puede comprobar, una manipulación responsable de los procesos internos y los logísticos.
Con el objetivo de facilitar esta tarea a los empresarios, sin importar su tamaño y sobretodo, brindar seguridad a los consumidores; la Asociación GS Uno Costa Rica (GS1) ofrece a la industria alimentaria un taller internacional que brinda la capacitación y acompañamiento, para que cada empresa participante, pueda implementar e incorporar la trazabilidad a lo interno de su empresa.
La Dra. Fabiola Jiménez, fiscal del Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos, explica que “la trazabilidad son todas las prácticas y medidas que nos permiten ‘seguir el rastro’ que ha tenido un producto durante su elaboración, desde las materias primas hasta que llega al consumidor final. Permite asegurar que a lo largo de cada etapa de su cadena de abastecimiento, se han aplicado los cuidados correspondientes y las buenas prácticas, de tal forma que el producto es seguro para el consumidor”.
Por su parte, Guillermo Varela, Director Ejecutivo de GS1, afirma que “las empresas que implementan trazabilidad, además de aumentar la seguridad y por lo tanto minimizar algún riesgo de contagio, pueden experimentar beneficios como una mayor confianza por parte de sus clientes, una diferenciación con la competencia y un incremento en las ventas, entre muchos otros beneficios. Por esto hacemos un llamado especial a las pymes para que implementen la trazabilidad de sus productos y consoliden su negocio”.
Participar en esta iniciativa permite implementar estándares mundiales y buenas prácticas, automatizar y mejorar sus procesos logísticos, compartir experiencia con referentes y colegas y evaluar los horizontes comerciales a otros segmentos y para la internacionalización.
Varela subraya que participar en el taller es actualmente de gran importancia, debido a un potencial crecimiento de los negocios que ofrecen productos alimenticios, debido a la pandemia.
El taller es teórico-práctico y cuenta con cinco módulos que comprenden desde una evaluación de la situación actual de la empresa hasta la elaboración de todo un proyecto de implementación de trazabilidad en la empresa. Incluye tutorías y encuentros semanales entre los expertos y el grupo de trabajo de cada organización participante, todo de manera virtual.
Va dirigido a funcionarios de las áreas de gerencia, calidad, producción, logística, expedición y sistemas, de empresas elaboradoras y/o distribuidoras de alimentos y es impartido por expertos internacionales de países como Argentina, México, Perú y Chile.
Para ser parte de estos talleres, GS1 ofrece becas desde un 30% hasta un 70%. Los interesados en más información pueden llamar al 2507-8000 o enviar un correo a vperez@gs1cr.org o jcampos@gs1cr.org
La Dra Jiménez recuerda a las organizaciones de la industria alimentaria tomar cuidados básicos en sus procesos como fomentar el lavado de manos para lo que se debe contar con lavatorios con agua, alcohol y jabón en las entradas de los diferentes recintos, el distanciamiento social con rótulos que lo recuerden y la colocación de barreras como mamparas acrílicas en los sitios que lo requieran así como el uso generalizado de cubrebocas como obligatorio y las caretas como opcional.
Y a los consumidores que reciben alimentos a domicilio, se recomienda siempre usar mascarilla al momento de recibir el alimento, mantener siempre la mayor distancia posible con la persona que trae el pedido y evitar el pago en efectivo. Una vez que se reciba, se desinfecta la superficie/empaque de cada producto con alcohol de 70° y finalmente se lava las manos.
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