57% de las empresas no están preparadas para adoptar normas globales de sostenibilidad
A pesar que el ecosistema financiero global y latinoamericano se enfrenta a desafíos e incertidumbres sin precedentes, la Bolsa Nacional de Valores de Costa Rica (BNV) se compromete a seguir promoviendo la práctica de inversión responsable que beneficia a las personas y al país, durante y posterior a la crisis de COVID-19 a través de la firma de la Declaratoria de Inversión Responsable promovida por las Naciones Unidas por medio de los Principios de Inversión Responsable (PRI, por sus siglas en inglés).
A esta declaratoria se unen instituciones a nivel latinoamericano provenientes del sector privado, público y organizaciones que han trabajado en la gestión de contingencias y la redefinición de estrategias y operaciones organizacionales en respuesta a la crisis de la actual pandemia.
“Con la firma de esta declaratoria, nuestra Bolsa hace un llamado al sistema financiero costarricense para continuar trabajando en la consideración de los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en la toma de decisiones de inversión. Dinamizar estos esfuerzos en Costa Rica permitirá en el mediano y largo plazo alinear nuestro sistema financiero al concepto de desarrollo sostenible, lo cual involucra progreso económico, social y ambiental para nuestro país”. Indica María Brenes Q., Directora de Negocios y Relaciones Corporativas de la BNV.
Como parte de los compromisos asumidos, la BNV estará informando los avances en temas ambientales, sociales y de gobierno corporativo, que se impulsen durante y posterior a esta crisis.
Al respecto, Eduardo Atehortua, Representante de los Principles for Responsable Investment (PRI) para América Latina, manifiesta; “Esta iniciativa es clave porque busca demostrar que la región puede responder a la crisis inmediata al tiempo que establece un plan de recuperación que prioriza la sostenibilidad social y ambiental. Así que contar con el apoyo de entidades reconocidas como la Bolsa de Valores de Costa Rica nos permite fortalecer el llamado al sector financiero y corporativo latinoamericano para que continúe informando y gestionando los resultados ambientales, sociales y de gobierno corporativo durante las fases de supervivencia y recuperación de esta crisis.”
Esta declaratoria es una oportunidad única que proporciona un punto de inflexión para orientar los flujos de capital hacia el desarrollo sostenible de los países de América Latina.
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