¿Qué debe tener en cuenta una empresa para afrontar la nueva normalidad?

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A pesar de que aún nos enfrentamos a la pandemia del COVID-19, algunas empresas costarricenses y en la región ya están empezando a retomar sus operaciones y reactivar sus actividades. Un proceso en el que se deben tomar diferentes precauciones y entendiendo que seguramente la normalidad de antes, no será la de ahora.

Las organizaciones deberán adaptarse al nuevo entorno empresarial y transformarse para sobrevivir. A medida que los países levantan poco a poco las restricciones de movilidad y reactivan la actividad económica, las empresas deben prepararse y adaptar su modelo operativo de cara al futuro, implementando nuevos protocolos y utilizando la tecnología como su mayor aliado.

EY desarrolló una iniciativa llamada Physical Return to Work con el objetivo de ofrecer a sus clientes diferentes soluciones para que se prepararen para la nueva modalidad de trabajo y puedan reiniciar sus operaciones físicas, mientras cumplen su propósito de construir un mejor mundo de negocios en tiempos de crisis.

¿Qué debe tener en cuenta una empresa para afrontar la nueva normalidad?

Las organizaciones actúan para mitigar el efecto de la pandemia a través de una transición segura al retorno laboral presencial o híbrido. Los expertos recomiendan tomar medidas antes de regresar a los nuevos esquemas de trabajo, con el fin de estar preparados para enfrentar los retos actuales. Para esto, se debe desarrollar un plan que permita volver a la normalidad, implementando políticas y prácticas que garanticen la seguridad de los empleados y clientes. Así mismo, es necesario asegurar la capacidad operativa bajo un modelo de trabajo integral, centrado en la continuidad de las operaciones, integrando los procesos con tecnología y teniendo en cuenta la infraestructura y las personas.

Se deben realizar las siguientes actividades antes de pasar a la operación presencial.

  • Diseño de protocolos: Implementos de protección, capacitación y entrenamiento, reubicación de cargos, registro de distancia en los desplazamientos y medios de transporte, reasignación de horarios y turnos y manejo de higiene y limpieza, entre otros.
  • Si la empresa va a tener operación remota se debe revisar e implementar: capacitación en autocuidado, ajuste de tecnología e infraestructura, integración de plataformas, gestión de compras y contractual con terceros y clientes, adaptación de procesos, entrenamiento en trabajo remoto y ampliación de canales de comunicación y reporte.
  • Para la activación de la operación, es importante que las empresas cuenten con los esquemas de seguridad, control y autogestión, lo que les permitirá responder a los requerimientos de empleados, Gobierno, clientes y de la empresa misma.
  • Se deben organizar capacitaciones y comunicaciones permanentes para asegurar que los colaboradores cumplan con las diferentes normativas y protocolos.
  • Es importante contar con herramientas de monitoreo para reportar a los entes de control el estado de salud de los empleados y tomar las medidas necesarias al interior de la organización.
  • Por último, se deben revisar los contratos laborales de los colaboradores y terceros, para definir si requieren ajustes.

Las organizaciones deberán adaptarse al nuevo entorno empresarial y transformarse para crecer. Es por esto que EY recomienda aprovechar el momento que se está viviendo para redefinir los modelos de negocio y reconfigurar la forma de acercarse a los clientes.

  • Se deben comprender los cambios de conducta en los hábitos de los clientes y los impactos que estos pueden tener en el mercado.
  • Es necesario identificar las vulnerabilidades en las operaciones, procesos, espacios y tecnologías para priorizar la estrategia digital.
  • Es importante reinventar el esquema de negocio y la forma de llegar al mercado con flexibilidad, comunicación transmedia y omnicanalidad.
  • Contar con tecnologías ágiles y disruptivas para garantizar la continuidad del negocio y monitorear síntomas de los empleados en tiempo real, lo cual ayuda a prevenir la propagación del virus en el lugar de trabajo.

Las empresas que ya operan con estos impulsores han demostrado ser más resilientes y se han adaptado más rápido para afrontar el futuro.

Es importante que se retome la vida laboral de una manera segura, aumentando el nivel de mitigación y prevención, esto quiere decir que hoy pensar en la transformación no es un nice to have, sino un must de supervivencia.

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